Oración de un Anawin
(de abandono y entrega confiada)
Anawin en lengua aramea significa:
"hombre pobre, cuya única riqueza es tener a Dios. Que
cree radicalmente en Él y, teniéndolo en su ser, le basta para sobrevivir".
Con nuestro deseo de que lleguéis a serlo.
Señor: esté
mi voluntad firme y recta contigo, y haz de mi lo que te agrade, que no puede
ser sino bueno todo lo que Tú hicieres de mí. Si quieres que esté en tinieblas,
bendito seas; y si quieres que esté en luz, seas también bendito. Si te dignas
consolarme, bendito seas, y si me quieres atribular, también seas bendito para
siempre. (Imitación, 3, 17, 2)
Padre: me
abandono en tus manos. Haz de mi lo que quieras. Sea lo que sea, te doy las
gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que tu voluntad se
cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre.
Te confío
mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito
darme, ponerme en tus manos sin medida, con infinita confianza. Porque tú eres
mi Padre. Carlos de Foucauld
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De "SHEMA" especial "Recordando al Padre Ángel" noviembre 2013.
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