Dios
nunca calla ¡Necios los que lo hayan dicho! Dios nunca
calla, su comunicación es continua con el Mundo. ¿No lo veis y escuchéis en el
martirio de sus hijos? ¿No lo ves y escucháis en el morir amando a sus asesinos
de cientos de miles, mujeres, hombres, ancianos y hasta niños simplemente por
ser testigos de Cristo?
Dios
nunca calla ¡Aunque callen muchos de sus hijos! Y si
todos callasen, “hablarían las piedras” como en la entrada en Jerusalén, dijo
el mismo Cristo. ¡Quien silencia a un mártir, está silenciando a Cristo!
Cualquier persona que es torturada, asesinada por ser testigo de Cristo, es un
regalo valiosísimo que Dios hace a todos los hombres, creyentes y ateos, pues
todos son sus hijos.
Dios
nunca calla. ¡Escuchad más con el corazón que con los
oídos! ¿No llega a vosotros el eco de los mártires que mueren perdonando a sus
asesinos? La Iglesia sigue y camina sobre las huellas de Cristo. Y todo mártir
es una huella de Cristo, y todo cristiano un actualizador, un altavoz, de los
mártires, ejemplos fieles del Gran Mártir que fue y es Cristo.
Dios
nunca calla. ¿No escucháis, pueblo de Almadén, a vuestro
sacerdote Ángel, que antes, durante y después de su martirio, os ofrece su amor
de pastor y su protección de Ángel y custodio? Ángel, mártir por ser Sacerdote
y fiel a Cristo, sigue por las calles de Almadén, pueblo que él tanto quería,
susurrando en los corazones de sus habitantes, que amen a Dios y a sus prójimos
como Cristo a sus discípulos pedía, y sigue pidiendo hoy a los que escuchan el
Evangelio y participan en la Eucaristía.
Dios
nunca calla. ¡Escuchad, que el Sacerdote Ángel, por boca
de otros nos habla! ¡Escuchad y decid con él!
Padre, me pongo en
tus manos,
haz de mí lo que
quieras,
sea lo que sea, te
doy la gracias.
Estoy dispuesto a
todo
con tal que tu voluntad
se cumpla en mí
y en todas tus
criaturas.
No deseo nada más,
Padre.
Te encomiendo mi
alma, te la entrego
con todo el amor de
que soy capaz,
porque te amo y
necesito darme,
ponerme en tus manos
sin medida,
con una infinita
confianza,
porque Tú eres mi Padre.
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Este artículo formaba parte del "SHEMA" especial editado en noviembre de 2014 titulado "Recordando al Padre Ángel",
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