jueves, 11 de febrero de 2010

¡¡ BIENAVENTURADOS !!

“Bienaventurados cuando os injurien, os persigan y, mintiendo, digan contra vosotros todo tipo de maldad por mi causa.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.” (Mateo, 5, 11)

Efectivamente, todos aquellos que por dar testimonio de Jesucristo, por su causa, son perseguidos, acusados o injuriados y no digamos, si son muertos, tienen reservada una gran recompensa en el Reino de los Cielos, conforme a la promesa que San Mateo recogió al final del discurso de Jesús llamado de las bienaventuranzas.

A este propósito resulta oportuno señalar lo que dijo el Sr. Arzobispo de Toledo, entonces Don Antonio Cañizares, cuando presidió el 9 de diciembre de 2003 el acto de apertura de la Causa de Canonización por el martirio de 940 presuntos mártires, sacerdotes, religiosos y seglares de las Diócesis de Castilla la Mancha y Ávila. Dirigiéndose a los medios de comunicación dijo que antes de proclamar el martirio de un cristiano, uno por uno, la Iglesia quiere cerciorarse de que se dan en él todos los elementos teológicos y canónicos por los cuales se puede declarar que fue o que fueron mártires y que deben ser propuestos a la veneración de los fieles para que imiten su ejemplo. Continuó diciendo que cuando la Iglesia concede el honor de los altares a un mártir, no hace un proceso a los asesinos, ni les condena, sino que se limita a emitir un juicio sobre las virtudes heroicas del mártir que murió perdonando como Cristo en la Cruz. La Iglesia, predica así, la ley del amor y del perdón y no la del odio y la venganza.
El Papa Juan Pablo ll afirmaba en el nº 13 de la bula “ Incarnationis mysterium que “ debemos defender celosamente la memoria de los mártires. Un signo perenne pero hoy particularmente significativo de la verdad del amor cristiano en memoria de los mártires. Que no se olvide su testimonio. Ellos son los que han anunciado el Evangelio dando su vida por amor.”

4 comentarios:

Ana dijo...

Que no olvidemos su testimonio!

Anónimo dijo...

En estos momentos en que es imprescindible dar testimonio público de la fe en Cristo no se pueden olvidar tantos testimonios recientes que están al borde de ser olvidados.

Unknown dijo...

Paco, al leer la biografía de tu primo y su asesinato en plena juventud, solo por entregar su vida a Dios,lo mismo que sucedió con sus 108 compañeros de Ciudad Real y los miles que asesinaron en toda España, queda uno sorprendido de lo pronto que olvidamos estos hechos y que 70 años después estemos otra vez casi llegando a lo mismo.

Sin embargo, no fué una muerte inutil, pues el testimonio que dieron con su martirio sigue siendo un referente muy importante que nos lleva a meditar sobre la trascendencia de lo que defendiero con la entrega de su vida.

Por eso este proceso de santificación que se está siguiendo ahora, por expreso deseo del Papa actual, además de justo, es muy importante, pués amplía la difusión de estos hechos tratando de evitar que caigan en el olvido.

Anónimo dijo...

En efecto, los mártires son testigos de la fe y nos evangelizan; a la vez que marcan el ritmo de la Iglesia