jueves, 12 de septiembre de 2019

¿Es cuestión de dinero una beatificación o canonización?

Don Francisco del Campo Real responde a esa pregunta:

     Agradezco vuestras cartas que tanto me ayudan para conocer las cuestiones que más interesan a los seguidores de este blogg. En esta ocasión contestaré a las dos últimas preguntas que me habéis formulado: ¿Cómo se financian las causas de canonización? ¿Qué sucede con los candidatos presentados, por ejemplo, por una diócesis pequeña o pobre
       Se comprende que, cuando detrás de un Siervo de Dios hay un "grupo" (como puede ser una familia religiosa), se avanza más deprisa. Pero esto supone financiación. Son relativamente pocas las familias religiosas que nombran con carácter estable un postulador  para las causas de sus miembros. Si en los siglos pasados los datos indican que fueron esos postuladores quienes promovieron gran parte de las canonizaciones, hoy la situación ha cambiado. Limitándonos a España  en bastantes diócesis se está llevando adelante con buen ritmo el proceso sobre los mártires del siglo XX; asimismo hay grupos de fieles que  promueven una causa sin otro vínculo de unión entre sí que el deseo común de ver beatificado o canonizado a  quien consideran  santo.
 
     Sin despreciar las ventajas de una buena organización, el requisito previo indispensable y a la vez el motor de una causa de canonización es la fama de santidad. La devoción a una persona fallecida con esa fama puede difundirse, pero no crearse artificialmente. Una fama auténtica se extiende; si se extingue, si la causa de canonización no tiene promotores, quiere decir con bastante probabilidad que esa fama fue un espejismo y sus manifestaciones eran sólo fruto del entusiasmo de un momento. Quienes consideran santo a un Siervo o a una Sierva de Dios, extienden su devoción y ponderan el valor de su intercesión, escriben cartas relatando favores que atribuyen a su intercesión y añaden pequeños donativos para la causa de canonización.
      Los gastos ocasionados por un proceso de canonización no son ni mucho menos astronómicos. Los recursos económicos  han de ser, fruto y manifestación de la fama de santidad. Además, en la Congregación de las Causas de los Santos, existe un fondo constituido fundamentalmente por donaciones, mediante el cual puede proporcionarse una ayuda a las causas de aquellos países en los que el valor adquisitivo de la moneda local es muy bajo.  
 
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