El 29 de enero pasado fue Beatificada en Viena Hildegard Burjan. La lectura de la vida de los Santos da lugar en cualquier caso a encontrarse con sorpresas. Y este es el caso de la Beata Hildegard Burjan. Veamos el porqué de la sorpresa: Hildegard nació en 1883, en Görlitz, Prusia Oriental. Hija de familia judía de buena posición económica y social. Estudió filosofía y sufrió una dura enfermedad renal de la que milagrosamente curó. Se convirtió al catolicismo cuando contaba 26 años. Contrajo matrimonio con Alexander Burjan, y se establecieron en Viena. Tuvieron una hija. Y a partir de 1910 comienza su "carrera" hacia la santidad. Se preocupa por las empleadas del hogar, sus condiciones de vida, y advertida de la situación social de muchos vieneses crea la organización caritativa Caritas Socialis. Hace compatible su actividad caritativa con la política y accede al cargo de Concejal de Viena y luego diputada en el parlamento austriaco. Pero acaba renunciando a los cargos públicos y se dedica por entero desde 1920 al trabajo social de su organización. Murió en 1933 a los cincuenta años de edad. Estos son algunos de los párrafos que ha dedicado a la nueva Beata el Cardenal Schönborn, arzobispo de Viena: "Hildegard anunció el Evangelio con hechos", es decir "su compromiso social fue una consecuencia directa de su cercanía al Evangelio" y es un magnífico ejemplo para los políticos de hoy."No entró en la política para hacer carrera, sino para cambiar algo a favor de los más necesitados aportando sus valores como cristiana" dijo de ella la vicepostuladora de su Causa. ¿ No llama la atención la beatificación de esta mujer que no hizo otra cosa que vivir el Evangelio y poner bajo él toda su actuación política y pública?
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