viernes, 19 de octubre de 2012

DOÑA MARIA DE LOS ANGELES...

Con frecuencia me acuerdo de Doña María de los Ángeles. No es difícil advertir que me estoy refiriendo a la madre de nuestro SdD Ángel de Almadén. Y ahora la he recordado nuevamente, cuando acaba de morir su hijo Ramón Muñoz de Morales Sánchez Cano. 
Doña María de los Ángeles sufrió adversidades tremendas durante su vida. Tuvo seis hijos. De ellos cuatro llegaron a edad adulta y dos murieron uno al poco de nacer y el otro con siete años de edad. A causa de una enfermedad de su marido, se trasladaron a vivir a Ciudad Real, desde Daimiel donde hasta entonces habían vivido y nacido todos sus hijos. Pero al poco de llegar a Ciudad Real su marido fallece. Y Doña María de los Ángeles queda viuda, con un hijo, el primogénito, estudiando en el Seminario, nuestro SdD Ángel, y los otros tres menores de edad. No cayó en la tentación de retirar a su hijo del seminario: al contrario, luchó para que se le concediera una beca y así renunció para siempre de su hijo que había escogido otro camino. Pasa las penalidades y fatigas para cuidar de sus hijos y alcanza a ver a su hijo Ángel cómo es consagrado Sacerdote y designado Coadjutor de Santa María de la Estrella de Almadén.  Nuevo traslado y la familia, la madre tres hijos menores de edad y el cura, a vivir del sueldo de éste, que pueden imaginarse cual sería en 1933. Sigue la lucha .Comienzan a vivir. A partir del mes de febrero de 1936 el ambiente se hace insoportable. Y más aun lo sería a partir del 18 de julio, en que ser cura o vivir de un cura en ciertos lugares, era un delito, que se pagaba con la vida. Y sucedió lo que tanto se temía. El 21 de septiembre el SdD Ángel, el hijo sacerdote por el que tanto había penado y luchado hasta verle consagrado, es fusilado. Soy incapaz de pensar en el dolor de aquella madre, que se ve obligada a convivir con los asesinos de su hijo o sus simpatizantes, que le niegan el derecho que tiene a ver su cadáver, abrazarle  y darle adecuada sepultura. La dicen que ha sido debidamente enterrado. Sin ayudas de nadie Doña María de los Ángeles queda sola con su hija Teresa y dos varones menores de edad. Teresa, la mayor y Ramón el mayor de los dos varones empiezan a ganarse la vida, aquí y allá, haciendo recados y prestando servicios en una zapatería y una farmacia. Pero la familia, como tantas otras en las que la adversidad es derrotada por la fortaleza y la grandeza de tantas madres, sigue adelante y espera contra toda esperanza...de que en algún momento vendrá un mundo mejor. Y todos se aferran a que Ángel, desde el Cielo, les eche una mano.
Y en enero de 1939, cuando la contienda ya presenta un claro vencedor, otro durísimo golpe: Ramón es llamado a filas para luchar al lado de los que consintieron el asesinato de su hermano, el cura.  Tiene 19 años. Y allá se va. Pero Ángel vela por él como sigue haciéndolo por todos los suyos. Y Ramón, al cabo de tres meses, regresa a casa en los primeros días del mes de abril . Todavía faltaba el último acto. El 14 de abril de 1939 se recuperan los cinco cadáveres que fueron fusilados el 21 de septiembre de 1936 y que estaban en la cuneta de la carretera donde fueron ejecutados, cubiertos con una somera capa de tierra. Los restos van a ser identificados e inhumados en el Cementerio Municipal. Y ahora, y en precaución de males mayores dada la dificultad de la identificación de los restos, tampoco se permite que ninguno de los miembros de la familia del SdD Ángel, asista a la identificación y entierro. Y Doña María de los Ángeles queda en su casa, con su dolor y su angustia, soportadas únicamente por la mediación que desde el Cielo la envía su hijo, el mártir. Por la dificultad de la identificación o por otras razones que nos son desconocidas los restos de Ángel junto con los de Fernando Sánchez Grande, son inhumados en la sepultura que la familia de éste posee en el Cementerio de Almadén. Y allí permanecen. Ni siquiera figura una referencia en la lápida. Después el Ayuntamiento de Almadén decide dedicar con el nombre y apellidos de Ángel una de las más principales calles del pueblo. En 1947, Doña María de los Ángeles muere y acaba para ella su dolor y su sufrimiento. Por la intercesión de su hijo y por la infinita Misericordia de Dios,  seguro que se encuentra, por fin, con su hijo.
¡¡¡ Qué mujer...!!! ¡¡¡ Qué madre...!!! ¿ Cuándo se le dará el homenaje público de admiración por su dolor y sufrimiento ? ¿Cuándo todas las madres, en representación de las familias del grandísimo número de mártires de la persecución religiosa del siglo XX recibirán el justo homenaje a su dolor y sufrimiento?
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Ramón Muñoz de Morales Sánchez Cano, no ha logrado en vida recuperar los restos de su hermano, pero ha tenido el rasgo de permitir que se le determinara el ADN que ayudará a identificar los restos de Ángel, cuando haya un propósito serio y definitivo de llevarlo a cabo y de procurarles un lugar definitivo para su reposo.
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